Transcending Oppositions es el acertado título de la monografía publicada por la editorial croata Oris, donde se recogen veintidós obras terminadas en los últimos quince años del arquitecto japonés Tadao Ando. La combinación de dualidades —Occidente y Oriente, dentro y fuera, naturaleza y geometría, abstracción y experimentación, historia y presente— ha sido una constante en el itinerario profesional de este autodidacta nipón. Su arquitectura no evita las contradicciones, sino que las confronta de manera directa, las unifica y las fusiona, usando los conflictos como instrumentos de creación de nuevas ideas.

Las obras recogidas en este libro se agrupan en cuatro secciones temáticas que abarcan la relación de la arquitectura con la naturaleza, la cuestión urbana, la vivienda y la concepción de edificios culturales. A través de planos, dibujos, fotografías y descripciones aportadas por el propio estudio del arquitecto, los proyectos contenidos en cada capítulo ilustran y acompañan los enfoques teóricos de los campos de reflexión del premio Pritzker de 1995.

La monografía no se conforma con ser una recopilación descriptiva de las obras. Más allá de eso, la introducción del finlandés Juhani Pallasmaa, los artículos que acompañan cada una de las secciones —firmados por los croatas Maroje Mrduljaš, Luka Skansi y Karin Šerman—, así como la entrevista y el desenlace, en los cuales el propio Ando explica los ejes de giro de su pensamiento arquitectónico, permiten entender de forma global su biografía intelectual. Estos textos facilitan la comprensión del origen creativo del arquitecto sin renunciar a explicaciones conceptuales de edificios cronológicamente anteriores que son imprescindibles para el entendimiento de su recorrido, como la Casa Azuma o la Casa Koshino.

En el mundo actual, caracterizado por el cambio constante, la estabilidad del origen conceptual y de la práctica arquitectónica del exboxeador japonés resulta verdaderamente sugerente, pues, a pesar de un progresivo aumento en la experimentación formal y material, la identidad de su obra sigue residiendo esencialmente en los estrictos principios geométricos y en el uso del hormigón combinado con la naturaleza y con la luz.