Españoles distintos divirtiéndose juntos
El triunfo de la Selección Española en la Euro 2024
España ha ganado la Eurocopa e Inglaterra no, y estamos felices. Mariano Rajoy, filósofo estoico, tenía razón: en el fútbol y en la vida no sirve de nada ser un cenizo. Su precursor Séneca razonó el absurdo del pesimismo sostenido aunque experimentemos la desgracia, porque si el dolor es profundo no será duradero y si es duradero no será tan profundo. Gracias a los jóvenes héroes de Luis de la Fuente ahora sentimos una alegría que quiere durar, haciendo surco en la memoria sentimental de una nación mucho menos conflictiva de lo que nos empeñamos en creer y en crear.
A medida que el mundo se volvía progresivamente loco, de Pensilvania a Cataluña, pasando por la calle Bambú de Madrid, la selección iba ganando partidos con sonrojante suficiencia, indiferente al apocalipsis. Eliminaba a campeonas ilustres como Francia o Alemania. Avalaba las más altas expectativas con un juego solidario y brillante, capaz del sacrificio defensivo y de la genialidad individual. Pero el público y el periodismo desconfiaban aún: mejor no decir muy alto que este equipo olía a campeón de Europa desde su casa, en Las Rozas. La contención emocional, que tan bien identifica el carácter de este seleccionador, ha resultado una gran estrategia para aislar a los jugadores de la presión habitualmente desquiciada de nuestra Españita...[+]