«Yo no tengo el Sena como Monet, tan solo la autopista entre Oklahoma y Los Ángeles». Es por ello que gasolineras y billboards de llamativas tipografías son el núcleo de la obra de Ed Ruscha, y la urbe californiana, su mayor fuente de inspiración. Hasta enero podrán verse en el MoMA tanto sus lienzos pop y conceptuales como sus influyentes fotolibros, con los que se convirtió en cronista del auge y caída de la América de las masas y el culto al automóvil.
El País: En la carretera con Ed Ruscha, cronista de la caída del imperio americano