Dos torres de apartamentos localizadas en el paraje de Punta Llisera, en Benidorm (Alicante), —de 22 plantas cada una, 168 apartamentos en total— tendrán que ser demolidas. El fallo obliga a la Generalitat —que fue quien autorizó en 2005, bajo mandato del PP, la construcción de esta promoción de rascacielos— a indemnizar a los propietarios de estos apartamentos de lujo con vistas a la bahía de Benidorm por un importe estimado de 100 millones de euros.
Los dos inmuebles están construidos en primera línea de costa y las viviendas de lujo están en su mayoría habitadas desde hace años. El problema radica en que las torres se encuentran fuera de ordenación desde que en 2012 el Supremo anuló la licencia concedida, por no ajustarse a la ley de costas...