Por su edad, y su resurgir, al pintor de Tarifa le llamaríamos hoy ‘un resiliente’. Lo constatan sus exposiciones en Patio Herreriano y en la Galería Fernández-Braso de Madrid.
Tiene razón Óscar Alonso Molina cuando afirma que, desde muy joven, Guillermo Pérez Villalta estableció una hoja de ruta que lo ubicaba a él mismo en el centro de la escena del arte español contemporáneo, y que, de un modo perseverante y ambicioso, ha querido mantenerse en esa posición.
Cuando tan solo tenía veintisiete años, pintó ese cuadro manifiesto que se titula ‘Grupo de personas en un atrio o Alegoría del arte y la vida o del presente y el futuro’ (MNCARS, 1975-76), en el que el pintor de Tarifa se autorrepresenta rodeado de los principales artistas de su generación, como Luis Gordillo, Carlos Alcolea, Carlos Franco, Javier Utray o Manolo Quejido, y en compañía también de los críticos más granados (Juan Manuel Bonet, Fernando Huici y Juan Antonio Aguirre)...
ABC: El placer y la gloria de Guillermo Pérez Villalta