El pabellón de Finlandia renace después de la Expo 92
Cuenta Marian García Font, arquitecta de la Fundación Fidas, que una antigua azafata del Pabellón de Finlandia de la Expo del 92 regresó hace poco a la Cartuja para mostrarle a su familia el lugar y que sus hijos los maravilló el olor a bosque. En realidad, tres décadas después, el conocido como edificio de La quilla sigue oliendo a alquitrán de carbón vegetal. Entrar en el inmueble que está rehabilitando la Fundación Fidas permite a quienes vivieron la muestra universal del 92 cerrar los ojos y viajar en el tiempo.
El proyecto, muy impactante, fue diseñado al principio de los 90 por cinco jóvenes que ganaron un concurso: Jääskeläinen, Kaakko, Rouhiainen, Sanaksenaho y Tirkkonen. Al ser entonces estudiantes tuvieron que contar con dos arquitectos para el proyecto básico y de ejecución. El éxito, para los finlandeses, era el concepto del pabellón, compuesto por dos edificios: La máquina y La quilla, que simbolizan la dualidad de la sociedad y la cultura finlandesas.
“Treinta años después hacía falta una intervención pero hasta ahora no se ha podido acometer”, explica Alejandro Durendes, gerente de la Fundación Fidas que se dedica a la investigación y difusión de la arquitectura, que surgió por iniciativa del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla y que desde su nacimiento tiene su sede en dicho pabellón, que ha mantenido con actividad en las últimas dos décadas...
Diario de Sevilla: El pabellón de Finlandia renace 30 años después de la Expo