París es una fiesta. O al menos eso era lo que pretendía decirnos la propaganda oficial. A medida que se acercaba la fecha culminante del 14 de Julio, aumentaba el número de inauguraciones, de festivales, de eventos. Uno de los más significativos ha sido «Magiciens de la Terre», la gran muestra artística oficial del bicentenario, presentada a bombo y platillo como la «primera exposición mundial de arte contemporáneo».

¿Qué significa esto? El comité organizador, constatando que las llamadas exposiciones internacionales no acogen más que artistas procedentes del «mundo desarrollado», han decidido seleccionar a representantes de todo el planeta. Así es como puede contemplarse en un plano de igualdad la obra de un escultor nigeriano junto a la de algún europeo, la de un pintor de Nueva Guinea junto a la de un japonés, etcétera...[+]