Los primeros encargos que obtuvo este estudio, tan alejado de la imagen convencional del taller de arquitectos, procedían del mundo editorial, de la producción de vídeos y de las galerías de arte. En 1990, Lars Spuybroek (1959), titulado cum laude en Delft, se asoció durante un tiempo con Maurice Nio, redactor de la revista Mediamatic, vídeoartista y traductor reputado, para crear la agencia NOX en Rotterdam. Esta saludable mezcla de talentos y el dominio de los sistemas audiovisuales han caracterizado desde sus comienzos la heterogénea producción de la firma, cuyo hilo conductor es la exploración de las relaciones del hombre con la naturaleza y la tecnología. Entre los trabajos de NOX, que formó parte de ‘9 + 1’, la exposición sobre la joven arquitectura de los Países Bajos organizada por el Instituto Holandés de Arquitectura (véase Arquitectura Viva 54), figuran un conjunto de viviendas en Breda para la segunda edición de Europan (1991), la remodelación de las oficinas de una editorial en Amsterdam, unos urinarios en Neeltje Jans y una botella de perfume para Cacharel. Con su vocación multimedia y su organicismo vanguardista NOX aventura dos futuros posibles: uno para la profesión y otro para la arquitectura...[+]