Los críticos nunca se maravillan; los críticos ven, analizan y clasifican. Tal como expone Samir Younés en este libro existen tres tipos de criterios con los que hacer un juicio de arquitectura: los intrínsecos, los externos y los psicológicos. Los intrínsecos están directamente relacionados con la ‘teoría de la arquitectura’, mientras que los externos implican una concepción del mundo: de la cultura, la sociedad, la política o la historia. El ámbito de lo psicológico, al encontrarse en un plano distinto de los anteriores, se interseca y pertenece a ambos.
Este libro consta de dos partes que atienden a la distinción entre criterios externos e internos. En la primera parte se explica que existen múltiples saberes exteriores desde los que hacer un juicio: filosóficos, religiosos, sociales o políticos. Cada uno de ellos aporta una dimensión al entendimiento de las obras, pero ninguno de ellos tiene mayor peso que el resto ¿Cómo conectar, entonces, la arquitectura con estas dimensiones exteriores? La propuesta del autor es contundente y brillante: en caso de que la arquitectura sea capaz de expresar ciertos contenidos externos, ello es posible por la vía de su ‘carácter’.
La segunda parte explica el sentido y la genealogía de conceptos pertenecientes a la ‘teoría de la arquitectura’, como el tipo, el carácter, la forma, la imitación o la invención, principios que permiten un entendimiento de la arquitectura en tanto que tal.
Sobre este discurso el autor trata de defender que la imperfecta ciudad actual es el resultado de la falta de un sense-in-common que deriva, a su vez, de un pluralismo mal entendido.
No cabe duda de que estamos ante un valioso intento de establecer unas mínimas coordenadas frente al delicuescente panorama de la arquitectura contemporánea. No está de más recordar que no es posible la crítica sin unos criterios objetivos, y que son estos los que Younés trata aquí de sacar a la luz.