España gana atractivo para alojar servidores informáticos. Madrid lidera la apertura de data centers y las empresas buscan otras ubicaciones en Andalucía, Cataluña o Valencia.
“El consumo de datos está multiplicándose por dos cada cinco años y eso lo que requiere es más capacidad de computación y más capacidad de almacenamiento de datos”, explica Santiago Olivares, socio responsable de las inversiones en energía, infraestructuras y sostenibilidad de Azora. Eso, unido al hecho de que la mayoría de las empresas prefiere no tener sus datos en sus propias instalaciones por el coste que suponen y la complejidad de alojar los servidores, está impulsando la construcción de este tipo de instalaciones en España...
El País. Centros de datos: el nuevo El Dorado inmobiliario