Buckminster Fuller

Milton, 1895-Los Ángeles,1983

29/02/2000


Buckminster Fuller nos dejó dos imágenes en la arquitectura del siglo XX: la de una casa metálica como un avión para ser fabricada en serie e implantada en cualquier sitio, y la de las cúpulas de armazones geodésicas de gran tamaño. La primera resultó una utopía industrial; era como un iglú y parecía tan obligada como caprichosa, lejos del anonimato decoroso de la vivienda social industrializada. Pero la cosa no fue bien; el racionalismo no supo nunca qué hacer con las cosas redondas, y además los proyectos de simetrías radiales y sin centro despejado siempre han sido un problema. La segunda en cambio llegó a ser realidad a gran escala. Es uno de los edificios de la época de la conquista de la luna, una imagen casi de Julio Verne, un edificio-ciudad para el futuro, ligero como una burbuja. Pero la idea ha prosperado poco, y las cúpulas geodésicas se han quedado demasiado ligadas a Disneylandia.

Con ambas imágenes se construyó esta viñeta, y también con el contrapunto entre los USA tecnológicos del ingeniero y los USA tribales de losterritorios miserables del interior que dibujóAl Capp. En nuestra historieta, el joven Fuller ha ido a parar a Dogpatch, que debe ser un pueblo de los Apalaches, para ensayar su casa experimental Dymaxion con discreción. Pronto se ve rodeado de la familia Yokum, y Li´l Abner le toma cariño enseguida. Li´l Abner es un joven bastante descerebrado, un personaje exagerado como todos los habitantes de Dogpatch, pero de un candor extremo. Fuller llega en plena invasión de shmoos, que han tomado la casa al asalto como si fuera suya. A las extravagantes criaturas les encanta la casa redonda de chapa.

Para consolar a Bucky, Li´l lo saca a pasear con Daisy Mae y le explica en su jerga cockney de Dogpatch que los animalitos son mágicos y pueden sintetizar cualquier cosa que uno desee; tienen forma obscena y un poder ilimitado para conceder deseos a cambio de nada. Como este joven Fuller sueña además con una estructura geodésica que admita cualquier escala, los simpáticos shmoos sintetizan una maqueta para que pueda estudiar la cuestión. La abuela Yokum, creyendo que el ingeniero sueña con cestas, le increpa por tonto. Es divertido simular el inglés paleto de los cómics; y nadie como los Yokum para decir disparates.


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