Mi padre, Buckminster Fuller, Bucky, era un profesor excepcional y probablemente yo fuese una de sus primeras alumnas. Cualquier tema sobre el que estuviese trabajando le absorbía al máximo, y gran parte de su trabajo lo realizaba en casa. Cuando mis propias investigaciones infantiles le llamaban la atención, mi padre se entusiasmaba e intentaba compartir conmigo lo que estuviese haciendo y el método con el que lo hacía, independientemente de mi edad. En sus últimos años, Bucky trató con frecuencia el tema de la mente joven. Según él, los niños pueden entender los conceptos más complejos, sólo la diferencia entre su experiencia real y directa los separa de una comprensión profunda. Este artículo es una pequeña muestra de lo que mi padre compartió conmigo...[+]