En la exposición ‘Ciudad del espejismo: Bagdad, de Wright a Venturi’ se superponen tres tiempos distintos. Los años cincuenta, cuando Faisal II intentó modernizar Irak y recurrió a arquitectos prestigiosos para obras relevantes; a partir de los años ochenta, cuando Sadam Husein —intentando emular a precedentes como Stalin y Hitler— decidió continuar explotando la capacidad de la arquitectura para demostrar poder absoluto, intentando recuperar estos proyectos y convocando concursos; y la actualidad, con Bagdad destruida por la invasión de las tropas de Estados Unidos y sus aliados, en una ciudad llena de patrimonio y habitantes en peligro, fragmentada por muros y controles policiales, en la cual los visitantes sólo pueden circular en vehículos blindados, sin detenerse en semáforos y atascos, con chalecos antibalas, y siempre protegidos por fuerzas armadas... [+]