1921 - 2013
La ‘gran dama de la crítica de arquitectura’ fue acaso el mejor ejemplo de esa categoría de intelectuales de referencia que tanto escasea en Europa, pero que en EE UU tiene solera: aquellos que, siguiendo la estela de Lewis Mumford, han sabido acercar la arquitectura al público general, convencidos del irrenunciable sentido cívico de la disciplina. Neoyorquina nacida en el seno de una familia acomodada y culta, Huxtable comenzó su carrera en el mundo universitario, pero pronto se orientó a la crítica gracias a la escritura de columnas periodísticas. Su llegada al gran público se produjo en 1958, gracias a la publicación de agresivos artículos que denunciaban los abusos del desarrollismo planificado desde arriba y ajenos a la tradición americana de debatir abiertamente sobre los problemas urbanos. Textos como estos propiciarían que en 1963 The New York Times creara para ella una figura inédita: la de crítica de arquitectura a tiempo completo. Desde esta atalaya, Huxtable fue desgranando la arquitectura norteamericana a lo largo de cincuenta años, con artículos tan mordaces como apasionados que la hicieron merecedora de los premios de periodismo más prestigiosos, entre ellos el Pulitzer en 1970.