En efigie en el frontispicio del catálogo, de carne y hueso a la entrada de la Fundación Helga de Alvear, la maqueta del futuro edificio de Tuñón y Mansilla recibe al visitante (o al lector) encajada en un maletín abierto y no demasiado grande, con aire de boîte en valise duchampiana.

Y por ahora, desgraciadamente, no ready made: la crisis estatal y los tijeretazos presupuestarios en las Autonomías retrasarán probablemente su construcción y su apertura más allá de las fechas previstas, en torno a 2012. Sin embargo, en junio de este año se inauguraba en las lindes del casco viejo de Cáceres la primera fase de este futuro centro de artes visuales, planteado como institución que anime la vida cultural de la región y vertebrada por la notabilísima colección de arte contemporáneo de la galerista Helga de Alvear...