![Cartesiano y paradójico](/assets/uploads/articulos/76105/av_medium__av_211823.webp?h=a7fd1203)
La desaparición del arquitecto mueve a recordarlo con un texto publicado en El País el 3 de diciembre de 1988.
Ricardo Bofill ha prestado su rostro a la tarjeta American Express y su nombre al Renault 25; con una nueva ‘Spanish Tower’ que promueve el Banco Bilbao Vizcaya en Manhattan, el rechazado comisario de la Expo sevillana presta su arquitectura a la imagen transoceánica de la España del 92. Y no es una mala decisión: como José Ángel Sánchez Asiaín y Pedro Toledo tendrán ocasión de comprobar, Bofill vende...[+]