En este trabajo tal vez lo más importante a resaltar sea el valor de ejercicio académico, resuelto, de encajar en módulos estructurales y económicos la vivienda de amplio programa que aún se debe proyectar en España para las promociones públicas.

La mayoría de las veces, los grandes logros funcionales, estructurales y hasta compositivos de la vivienda económica en Europa están basados en la justeza del programa que sacrifica el número de piezas a una mayor holgura en superficies disponibles para cada estancia. Es indudable que la flexibilidad, que está garantizada en aquellos casos, en nuestro país queda estrangulada por la compartimentación. La solución —drástica— por la ruta vertical, es casi la única salida que ofrece una cierta seguridad cuando se trata de distribuir los cuatro dormitorios en los noventa metros cuadrados útiles, que deben incluir el vestíbulo, aseo y baño y la cocina de 7 m2.

Los arquitectos españoles han hecho ya una gimnasia muy prolongada en la extrapolación de soluciones arquetípicas y sancionadas en aquellos programas cortos, hasta los que aquí hay que adaptar a las teóricas familias numerosas. El caso que ahora ocupa estas páginas es prolongación de esa gimnasia, con un resultado notable en el aprovechamiento de unas luces entre paneles portantes enormemente ajustadas que tiene como contrapartida una fácil adaptación a los condicionantes de borde en el emplazamiento y en una racionalidad de la ordenación del conjunto edificado.

En este proyecto se puede hablar de austeridad de medios compositivos y ornamentales, en el que incluso las aspas en las defensas de los balcones están apoyadas por la tradición constructiva a lo largo de este siglo en la región.

Eín proyecto en el que la planta del conjunto de las viviendas no permitiría presumir un resultado formal tan atractivo como el que anuncian las fachadas...[+]