Emplazado en una zona donde la trama urbana se pierde por la presencia de una vía rápida elevada y la proximidad de las vías del tren, el edificio se propone como un volumen elemental, dialogante con su entorno; al levantarse sobre el plano del suelo y suprimir el tráfico rodado bajo el puente, se libera espacio para uso peatonal.

La idea del volumen que flota se materializa en dos jácenas metálicas con una luz de 49,80 m. y apoyadas en núcleos de hormigón para formar el puente del que se cuelgan, mediante cables de acero, los forjados de las cuatro plantas; al desaparecer la división espacial que producen los pilares se consigue un efecto diáfano entre los planos suspendidos... [+]