Tor Alva, la torre impresa en 3D más alta del mundo
ETH Zürich- Tipo Torre Prefabricación Arquitectura efímera
- Material Hormigón
- Fecha 2025
- Ciudad Mulegns
- País Suiza
- Fotografía Benjamin Hofer Birdview


Con casi 30 metros de altura, la Tor Alva es la torre impresa en 3D más alta del mundo. Impulsada por Nova Fundaziun Origen y la ETH de Zúrich, la iniciativa busca revitalizar Mulegns (Suiza), un pequeño pueblo alpino que actualmente cuenta con solo once habitantes. Tor Alva (Torre Blanca) funcionará como centro cultural durante cinco años antes de ser reconstruida en otro lugar. Coronada por un espacio abovedado, la composición formada por 32 columnas distribuidas en cuatro niveles emula un pastel en capas, rindiendo homenaje a la historia de los pasteleros de la región.
Fruto de la colaboración entre el arquitecto Michael Hansmeyer, y los profesores de la ETH Zúrich Walter Kaufmann, Robert Flatt y Benjamin Dillenburger, Tor Alva es una obra pionera de fabricación digital, según el equipo, es la torre impresa en 3D más alta del mundo. La impresión de las columnas en el campus de Hönggerberg de la ETH tardó cinco meses. Los componentes se ensamblaron posteriormente y se transportaron a Mulegns, colocándose sobre un edificio existente que antiguamente era una herrería.
Tor Alva muestra cómo se pueden utilizar técnicas de construcción digital para construir estructuras portantes sin encofrado. Se optó por un proceso de fabricación aditiva, mediante el cual un robot industrial aplica el hormigón capa a capa sin necesidad de moldes de soporte. El diseño se basa en algoritmos complejos que generan simultáneamente los aspectos ornamentales y estructurales.
Para que este proceso fuera posible, se necesitaba un hormigón especialmente desarrollado. Debía ser lo suficientemente blando como para unir las piezas y, a la vez, endurecerse con rapidez para soportar las capas posteriores. Justo antes de que el hormigón salga de la boquilla presurizada, se añaden dos aditivos a la mezcla.
Lo especial de este proyecto es que los elementos impresos en 3D no solo sirven como armazón, sino que también soportan cargas. Para reforzar el hormigón impreso en 3D, un robot aplica el hormigón por capas, un segundo coloca un refuerzo anular en la nueva estructura cada 20 centímetros. Este refuerzo horizontal en forma de anillos se complementa con barras longitudinales que se añaden tras la impresión. Además, los investigadores desarrollaron un nuevo método de ensayo que permite calcular con fiabilidad, la capacidad de carga del hormigón impreso en 3D.

























