Después de que numerosos espacios públicos al aire libre de todo el mundo se hayan cerrado por la expansión del coronavirus, el estudio austriaco de Chris Precht y Fei Tang Precht proyecta un parque en forma de laberinto, que permite mantener el distanciamiento social requerido entre personas para frenar la pandemia. Inspirada en los jardines barrocos y los zen japoneses, la propuesta para una parcela vacía de Viena organiza caminos cubiertos con grava de tonos rojizos —cada uno de 600 metros de largo—, divididos por setos altos de 90 centímetros de ancho, en movimientos giratorios que permiten su uso de manera simultánea.