Escondido en una calle del barrio de Brick Lane, al este de Londres, Second Home es un híbrido entre una cafetería y una oficina. El proyecto se concibió tras un detallado estudio de mercado, que constató la proliferación en la zona de pequeñas empresas relacionadas con el mundo digital, a las que se les quiso ofrecer un espacio a medida en el que la calidad arquitectónica fomentase la interdisciplinaridad y el intercambio de ideas.

Ocupando una antigua fábrica de alfombras de tres pisos, el edificio se apropia del espacio comprimido entre los forjados y la retícula de pilares de hormigón para transformarlo en una atmósfera fluida. Tras haber eliminado la fachada de ladrillo del primer nivel para introducir una pieza naranja que alberga la cafetería, se procedió a desmaterializar las barreras tanto verticales como horizontales. Se suprimieron partes de los forjados para permitir abarcar visualmente la plenitud del espacio y, sobre la superficie restante, se distribuyeron las 31 células privadas, divididas por paneles de resina que, en sus movimientos curvilíneos en torno a los pilares, crean límites hechos de reflejos, además de proporcionar aislamiento acústico. La experiencia multisensorial se incrementa con la cuidada decoración: las paredes se han teñido de tonos cálidos y cítricos, y, entre más de mil plantas de especies distintas, se ha dispuesto un mobiliario en el que no se repite ni una sola silla.