Diseñado para la segunda Trienal de Arquitectura de Sarja, celebrada bajo el tema ‘La belleza de la impermanencia’, este proyecto transforma la escuela Al Qasimiyah de la ciudad emiratí en una de las sedes de la Trienal. El concepto se centra en la creación de un umbral de bienvenida que se abre hacia su entorno, redefiniendo la relación entre el espacio y el paisaje urbano circundante.

En un contexto globalizado donde la cultura local es cada vez más difusa, el enfoque de desarrollo capitalista ha erosionado la identidad regional. En respuesta a esto, el estudio ecuatoriano Al Borde plantea una reflexión: ¿Qué significa ser local?

El proyecto incorpora materiales recuperados de la infraestructura local. La Sharjah Electricity, Water and Gas Authority (SEWA) reemplazó postes de madera por otros metálicos. De entre el centenar de maderos desechados se seleccionan los que están en mejor estado, se cortan los extremos dañados y se transforman en una estructura funcional que proporciona sombra. El revestimiento de esta estructura se completa con esteras de palma, un material tradicionalmente utilizado en la región y disponible en los bazares locales.

La obra resultante se caracteriza por su estética cruda, utilizando materiales naturales que establecen un discurso directo con el entorno. El umbral no solo cumple la función de dar la bienvenida, sino que también invita al visitante a experimentar y explorar la interacción entre el espacio y los materiales en su estado más puro.

Además, este diseño es flexible y sostenible, ya que permite ser montado y desmontado en diferentes ubicaciones, lo que favorece su reutilización. Con el tiempo, los materiales se degradarán naturalmente, cerrando el ciclo de vida del proyecto.