Instituto Salk de Estudios Biológicos, La Jolla
Louis Kahn 

Instituto Salk de Estudios Biológicos, La Jolla

Louis Kahn 


Tras asistir a una conferencia de Kahn, Jonas Salk, el inventor de la vacuna contra la poliomielitis, acudió con él a visitar los Laboratorios Richards y la viva impresión que le produjo la obra le ratifico en su decisión de encargarle el diseño del edificio para el instituto del cual era fundador. Este sería el comienzo de una estrecha colaboración entre arquitecto y cliente, que habría de prolongarse a lo largo del arduo proceso de diseño del Instituto Salk.

La concepción de este proyecto es simultánea a la del Consulado de Angola y a la de la Iglesia Unitaria, y comparte con estas obras muchas soluciones e ideas, en particular la ‘teoría de los muros’ que había empezado a desarrollar en el consulado y que aplico en el Instituto Salk en el conjunto destinado a reuniones, finalmente no construido. En su versión final, este proyecto, situado en un agreste paraje natural frente al Pacifico, constaba de dos conjuntos de edificios de configuración muy diferente: el correspondiente a los laboratorios propiamente dichos, formado por dos pastillas longitudinales enfrentadas, dejando entre ellas un patio con vistas al océano y al bosquecillo trasero; y el llamado ‘lugar de encuentro’, un aglomerado de salas de reuniones y conferencias, restaurante, gimnasio y biblioteca, cuya directa inspiración había de ser la Villa Adriana, una de las referencias perennes en la mitología personal del arquitecto. La idea global de la obra era crear un espacio que facilitase la reflexión individual y colectiva, y el trabajo conjunto de una comunidad cerrada de científicos, al modo de los monasterios medievales. En el primer conjunto, Kahn se centró especialmente en la diferenciación entre los espacios de los laboratorios, abiertos y destinados al trabajo concentrado, y los de los estudios, orientados hacia el mar y hacia el patio interior, y cuya función es la de ofrecer un espacio para la relajación mental. En el diseño del patio fueron fundamentales las sugerencias del arquitecto mejicano Luis Barragán, que recomendó prescindir de la vegetación y hacer un pavimento duro con un sencillo canal de agua.

En su conjunto, este edificio es la representación más perfecta de la idea de Kahn del silencio y la luz, y constituye una de sus obras más influyentes…[+]


Fotos: 
Grant Mudford.