Primera Iglesia Unitaria, Rochester
Louis Kahn 

Primera Iglesia Unitaria, Rochester

Louis Kahn 


La afinidad entre las ideas de Kahn y la filosofía de la Congregación de la Primera Iglesia Unitaria fue uno de los factores decisivos para que esta última lo eligiera entre otros seis arquitectos para desarrollar el diseño de su nuevo edificio cuando las disposiciones urbanísticas les obligaron a abandonar su antigua sede, un edificio de R. Upjohn, de 1859.

Aunque el relato posterior del propio Kahn sobre el proceso de elaboración sugiere engañosamente que este se produjo de una forma fluida y coherente, lo cierto es que el proyecto construido —del que habían de quedar muy satisfechos tanto Kahn como los clientes y que habría de suponer la ratificación de su método de diseño— fue el resultado nada menos que de seis versiones diferentes.

Los primeros tanteos, realizados por Kahn antes de conocer el solar y el programa concretos, planteaban un esquema de tipo centralizado, inspirado directamente en las iglesias renacentistas. De aquí surgió el primer diseño, que proponía una gran sala de culto circular encerrada dentro de un cuadrado con cuatro torres en las esquinas. Este planteamiento expresaba claramente la idea de Kahn sobre la composición y la forma apropiadas al proyecto, pero no respondía adecuadamente a los requerimientos funcionales y superaba ampliamente las posibilidades financieras de la congregación. Las diferentes versiones de este proyecto fueron desvirtuando la idea originaria sin llegar a complacer a los clientes, quienes desde un primer momento habían insistido en la separación en dos conjuntos independientes de la escuela y el santuario. Kahn, que se resistía a esta idea, se mostró dispuesto, sin embargo, a replantear el proyecto desde cero y, a través de una tercera fase de versiones, llego a una solución que armonizaba las ideas de sus clientes respecto a la configuración de un templo unitario (a las que respondía mucho mejor el Unity Temple de Wright) con las suyas propias acerca del ‘deseo’ de las aulas y los locales más pequeños de disponerse en tomo a la gran sala de culto. La satisfacción de la congregación queda demostrada por el hecho de que, en 1967, acudieran a Kahn para realizar la ampliación del edificio, que el resolvió mediante un cuerpo complementario unido al principal a través de una galería, rompiendo en parte con la homogeneidad y la compacidad del proyecto originario.

En esta obra, Kahn alcanzo la madurez expresiva y la seguridad en sí mismo y perdió definitivamente el miedo a la referencia al pasado como directriz del diseño…[+]


Fotos: 
Grant Mudford.