Centro de Bellas Artes, Fort Wayne
Louis Kahn 

Centro de Bellas Artes, Fort Wayne

Louis Kahn 


En el momento de recibir el encargo para el Centro de Bellas Artes de Fort Wayne, una pequeña localidad del Medio Oeste norteamericano con una intensa vida cultural, Kahn acababa de beneficiarse de una ayuda de la Fundación Graham para ampliar sus investigaciones urbanísticas sobre el centro de Filadelfia, con lo cual sus preocupaciones estaban centradas en la escala urbana, y especialmente en los problemas de tráfico. Esta circunstancia —unida al hecho de que el encargo incluía la selección de un emplazamiento adecuado para el ambicioso proyecto y la concepción del mismo como un punto focal para la renovación urbana de la ciudad— llevo al arquitecto a abordar el programa desde la perspectiva del planeamiento. Su propuesta inicial incluía un complejo sistema de viaductos que vinculaban el centro de la urbe con la península boscosa situada al norte, desgajada del tejido urbano por la línea ferroviaria, y unas enormes torres de aparcamiento cilíndricas similares a las propuestas para Filadelfia.

Un solar situado al sur de las vías fue el elegido por Kahn para el centro artístico, cuyo programa constaba inicialmente de una sala filarmónica, un teatro dramático y otro para ballet, un museo y una escuela de arte, un centro para una asociación de estudios históricos, oficinas para la Fundación de Bellas Artes de Fort Wayne, promotora del encargo del proyecto, e incluso un colegio mayor.

Para encajar este amplísimo programa dentro de una concepción unitaria y homogénea, Kahn busco la identificación de las diversas actividades con formas geométricas simples, siguiendo su ya habitual método de diseño, y las sometido a un mecanismo combinatorio, similar al del juego de formas chinas del Tangram, dentro de los límites de la parcela rectangular elegida. En su disposición final, el conjunto se distribuía en tomo a un gran patio interior de acceso a todas las actividades, denominado por Kahn el ‘patio de entradas’, que habría de tener además el carácter de plaza y foro público.

Los usuales problemas presupuestarios hicieron que finalmente el conjunto quedara reducido a uno solo de los edificios, una sala multifuncional que agrupa las actividades de concierto, teatro y ballet, cuya construcción se inició en 1970 y finalizo en 1973. El edificio adolece, tal como temía el arquitecto, de su carácter de parte de un conjunto y produce una cierta sensación de desnudez. El alzado principal, que recuerda inevitablemente un rostro o una máscara, es la única ocasión en que Kahn se permitió una referencia a un lenguaje arquitectónico propiamente representativo, con un resultado considerado en general como desafortunado…[+]


Fotos: 
Craig Kuhner.