La nueva Filarmónica de París se ubica en el parisino Parque de La Villette, y se yergue sobre una pequeña colina para servir de poderoso telón de fondo a las folies de Bernard Tschumi, con las que dialoga por contraste. Las poderosas formas orgánicas del edificio evocan el entorno mineral del parque, y su revestimiento de escamas de aluminio con patrones ornamentales escherianos refleja la cambiante luz de París para desmaterializar o matizar el volumen del edificio.

Posada sobre un zócalo de servicios que se extiende longitudinalmente para aprovechar el solar, la sala sigue el esquema de la Philharmonie de Scharoun. Está formada por una platea principal y otra secundaria tras el escenario, rodeadas por una serie de gradas aterrazadas cuyos petos ondulantes dotan de una nerviosa plasticidad al interior. El objetivo es sumergir al espectador en una experiencia total donde el sonido envolvente dialoga con las formas ondulantes y un elegante cromatismo basado en una paleta de blancos, negros y amarillos. A la sensación de inmersión contribuye el diseño de las butacas, que son más anchas y profundas que las convencionales. La excelente acústica conseguida gracias al diseño cuidadoso de la geometría, los materiales y los acabados es fruto de la colaboración con el equipo del prestigioso ingeniero japonés Yasuhisa Toyota...[+]