To revitalize a peripheral neighborhood  and preserve the elements that define thearea’s industrial heritage are the two objectives of the urban project that is presently under way in La Soledat, a neighborhood in Palma de Mallorca. The wool blanket factory of Can Ribas was built in 1851 outside the city. Later on, in 1945, the factory and peripheral core of La Soledat would be merged into the expansion areas, although in the 1970s, after several extensions and transformations, the factories became obsolete and fell into disuse. At the same time, important changes occurred in the surroundings: a large social housing development was built and the power station of Son Molines went up in 1965, creating a new barrier that further increased the quarter’s physical isolation. 

Las posteriores tentativas de transformación no conseguirían paliar la degradación de la zona, y así, en 2003 se aprobó un plan especial que englobaba todo el sector de la fachada marítima, el Polígono de Levante y La Soledat para multiplicar el efecto de las distintas acciones. Al estar organizada como un recinto cerrado, la fábrica de Can Ribas se había convertido en una barrera que dividía el barrio de La Soledat en dos, y por ello se convocó en 2005 un concurso, en el que venció esta propuesta, para la ordenación de los espacios públicos, la rehabilitación de la nave central de Can Ribas y la construcción de viviendas de protección oficial.

La primera fase del proyecto ha creado un nuevo espacio público en torno a la nave principal de la fábrica y la chimenea del conjunto uniendo dos espacios libres, y ha eliminado el tráfico de la calle Ferriol. Asimismo, se ha invertido el acceso principal al centro cívico alojado en la nave, colocándolo en la nueva plaza. La nave principal era, junto con la chimenea, el único elemento que había quedado protegido. Por ello se han demolido las naves afectadas por el trazado del nuevo vial, para suturar el tejido urbano y unificar el barrio. La consolidación de la media nave como porche urbano, el pabellón de vapor y el lienzo de otra nave permiten reconocer el valor del recinto industrial formado por diversos pabellones que alojaban las distintas fases del proceso de producción textil. La nueva configuración del sistema de espacios libres públicos se articula a través de un basamento de hormigón que conecta la calle Brotad con los elementos patrimoniales de la fábrica, generando así un espacio público más rico y complejo materializado con un pavimento que alterna bandas de piedra cuarcita con adoquín de hormigón prefabricado.