Impluvium es una gran cubierta con estructura de  madera laminada, compuesta por piezas cortadas en taller y ensambladas en obra sobre los restos de un antiguo mercado, demolido tras un incendio. La cubierta, junto con las cuatro cajas de servicio que emergen del suelo, conforman la infraestructura necesaria para permitir que se produzcan múltiples eventos, tanto de manera espontánea como progra-mada, bajo un mismo techo.

La planta cuadrada del centro comunitario se organiza mediante la colocación estratégica de las cajas y un patio que polariza los espacios interiores. Las cajas contienen los espacios servidores —las escaleras, el ascensor, los aseos, los almacenes y los cuartos de instalaciones—; el patio, descubierto, está descentrado para fomentar la aparición de lugares diferenciados en la planta. El suelo se hunde en el centro, desplazándose con respeto al cerramiento para generar zonas estanciales sombreadas en verano y un banco corrido que recibe la radiación directa a través del vidrio en invierno. La planta baja, en continuidad con la calle, extiende el espacio público hacia el interior y conecta visualmente la totalidad del edificio con la ciudad. El carácter público del centro se hace explícito por medio de la transparencia y apertura de sus fachadas, cuyas puertas se pueden abrir o cerrar en función del uso o la época del año.

El centro se entiende como una plaza pública cubierta y climatizada capaz de albergar diferentes eventos y actividades. La variedad de situaciones espaciales, en el patio y en su entorno, alrededor del vacío o frente al edificio, genera una gran flexibilidad de usos sin perder la especificidad de los diferentes escenarios. La estrategia en sección permite la existencia de una entreplanta, colgada de la estructura principal, que ofrece un mayor grado de privacidad. Su localización en el perímetro le da un carácter más lineal y una escala más individual, y aprovecha la iluminación natural, matizándola mediante una celosía de madera que rodea el edificio en la planta superior.

La estructura combina elementos de acero y ma-dera laminada, conformados como un sistema mixto de componentes prefabricados producidos en taller previamente a su ensamblaje final en obra. Siguien-do la tradición local de las galerías acristaladas, la fachada se construye en su totalidad en madera y vidrio. La cubierta, sin embargo, está construida en cinc y permite que las aguas viertan hacia el patio —el impluvium—, protegido así de los vientos.

A vista de pájaro, el edificio se convierte en un icono reconocible en el entramando urbano, señalando el lugar y creando la identidad de un espacio que acoge a la ciudadanía, y también la cultura y el ocio.