Concebida para las familias de dos hermanos, esta vivienda se sitúa en el casco histórico de Hanói, donde se concentra la mayor densidad de población de la ciudad. El área en la que emerge la casa mantiene las cicatrices de algunos de los bombardeos más intensos del ejército estadounidense durante la guerra de Vietnam. Como consecuencia, la zona se reconstruyó rápidamente tras la guerra, con una intervención urbanística mínima, lo que dio lugar a callejones y pasajes estrechos, a menudo carentes de luz y ventilación naturales.

La fachada de la casa KN se formó a partir de la identificación de su contexto urbano visto desde arriba, donde los contornos no lineales de los tejados circundantes aportan sensación de desorden. Esta aleatoriedad se traslada a un juego de sólidos y vacíos, con aberturas cuidadosamente calculadas, que garantizan la intimidad. Optimizando la luz y la ventilación naturales, los espacios interiores, así como las zonas ajardinadas interiores de la casa, están diseñados para ser visibles y estar interconectados con el entorno circundante. Las plantas se riegan gracias a un sistema de recolección de aguas pluviales.