Con oficinas en Madrid y Santander, la firma liderada por Jacobo García-Germán ha sido la encargada de rehabilitar y reconstruir parcialmente esta casa solariega protegida, una construcción pétrea del siglo XIX situada en el centro de la villa cántabra de Comillas, cerca del Palacio del Capricho de Antoni Gaudí. De hecho, el primer dueño de esta vivienda fue Antonio Bona, maestro de obras italiano del Capricho.

La fachada norte de nueva construcción es una reinterpretación de la sur, que ha sido restaurada con las piezas cerámicas colocadas en ella 1884. Los azulejos recuperados y el diseño de las nuevas chimeneas están vinculados a la tradición modernista local. La nueva distribución aprovecha la proporción longitudinal de la planta estrecha y profunda. La organización convencional de los usos se invierte colocando las zonas comunes en el nivel superior, donde un salón de doble altura permite disfrutar de las vistas a los Picos de Europa y del mar Cantábrico.