Situada en la región de Umbría, en el centro geográfico de Italia, Gubbio es una de las ciudades medievales más importantes del país. Cuenta con un monumental cementerio diseñado en su momento con criterios academicistas, que ahora se ha ampliado con una pieza cerrada y compacta, pero que sabe dar cuenta de su contexto urbano y paisajístico.

Mientras que la organización en hileras alude a los característicos surcos de las plantaciones locales, la distribución mediante calles y plazas delimitadas por una potente linde sugiere la idea de que la ampliación, lejos de someterse a los dictados geométricos del viejo cementerio, se plantea como un organismo con entidad propia, una ciudad en sí misma.

En esta ciudad de los muertos juega un papel determinante el sistema de espacios públicos conectados con la red de calles interiores, lugares donde el hormigón revestido de travertino deja una fuerte impronta, que se conciben para la pausa y la reflexión. Se trata de ‘plazas de silencio’: cubículos inspirados en las obras de James Turrell y que, como estas, encuadran o recortan poéticamente el cielo. En estas plazas han intervenido artistas italianos de renombre, como Sauro Cardinali y Nicola Renzi, con instalaciones site-specific integradas en la arquitectura y que juegan con las atmósferas cambiantes producidas por la luz, desde el amanecer hasta el crepúsculo.