Tras la convocatoria de un concurso internacional en 2013 y un proceso de participación ciudadana, la firma noruega Snøhetta y el estudio canadiense Dialog han finalizado una nueva dotación pública para Calgary, donde aproximadamente la mitad de los habitantes son usuarios activos de las bibliotecas. Con más de 22.000 metros cuadrados, el proyecto está enmarcado dentro de en una gran operación urbana y cultural en el centro de la ciudad canadiense que se ha convertido en una de las mayores inversiones públicas desde la celebración de los juegos olímpicos de 1988.

El acceso al vestíbulo principal se produce a través de una entrada elevada sobre las vías del tren ligero que circula a la cota de la calle. La forma de la entrada revestida en madera hace referencia al arco Chinook, una formación nubosa causada por los vientos característicos de la región. La fachada modular, en cambio, se presenta como una superficie de vidrio continua con un despiece hexagonal con opacidad variable, con paneles que oscilan entre el blanco y transparente. Una vez dentro, el espacio interior de la biblioteca se organiza en torno a un gran atrio elíptico envuelto en madera que distribuye la privacidad de sus espacios a medida que se asciende hacia la cubierta, de menor privacidad a mayor.