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Tadao Ando, obra completa
Continuando la veterana colección Documenti di architettura, la Editorial Electa nos obsequia en su volumen 183 con otra cuidada monografía de un arquitecto universal. Se trata en este caso del segundo volumen de las obras completas del japonés Tadao Ando. El primero de ellos cubría las obras construidas entre 1969 y 1994, mientras que el segundo comprende un periodo igual, que llega hasta el año 2010; ambos se ofrecen por separado o en conjunto a menor precio.
Su autor, el arquitecto y crítico italiano Francesco Dal Co, combina desde 1996 su trabajo como profesor de Historia de la Arquitectura en el Instituto Universitario de Arquitectura de Venecia con su labor como director de la revista Casabella.
Dal Co consiguió en el volumen inicial un cierto carácter polifónico, pues no sólo contaba con su aportación crítica, sino que ésta se complementaba con los escritos del propio Tadao Ando, y con la contribución de numerosos críticos y arquitectos, entre los que destacan Peter Eisenman, Keneth Frampton y François Chaslin. El segundo volumen es mucho más parco en este sentido, pues tan sólo contiene un ensayo introductorio del autor y un texto de Ando, en el que pasa revista a cuarenta años de profesión. Los numerosos proyectos se presentan en los dos tomos con un pequeño texto introductorio y con gran profusión de bocetos, planos y fotografías, algo muy de agradecer en una obra tan ambiciosa, pues el lector nunca queda con la impresión de carecer de la necesaria información para comprender los edificios.
A lo largo de las páginas es posible percibir la pausada pero constante evolución en la arquitectura del arquitecto japonés. Así, en paralelo a la construcción de edificios cuya envergadura es progresivamente mayor, también los estrictos principios geométricos y el uso casi exclusivo de su característico hormigón, propios de los inicios de su carrera, ceden paso a un aumento en la experimentación formal y material. Ello no obsta que la austeridad en los medios, el uso de intensos contrastes de luces y sombras y la creación de espacios nítidos persistan en su obra con admirable constancia, dando forma a una arquitectura de contenida espiritualidad, fertilizada por influencias de las tradiciones de oriente y occidente.