La exposición ‘L’explosió de la ciutat’ presentada en el marco del Fórum 2004 es el resultado de un trabajo de investigación dirigido por Antonio Font como coordinador general y Francesco Indovina como coordinador científico. El libro que acompañó a la exposición está publicado en edición bilingüe (catalán e inglés), y también existe una edición en italiano.
El trabajo pretende indagar sobre la evolución espacial de algunos territorios europeos del área más meridional a lo largo del último cuarto del siglo xx. Se estudian un total de trece regiones urbanas: Lisboa, Oporto, Marsella, Montpellier, Bolonia, Génova, Milán, Nápoles, el Véneto Central, Barcelona, Donostia-Bayona, Madrid y Valencia. El método es básicamente morfológico. Parte de planimetrías dibujadas, en algunos casos de forma espectacular. Probablemente el sistema resulte más descriptivo que analítico, pero el intento realizado para visualizar la evolución de las áreas estudiadas es extraordinario. Probablemente hubiera sido bueno un acercamiento menos disciplinar, en la línea en que se mueven las propuestas del nuevo paradigma, aunque cualquier esfuerzo que se haga para entender las complicadas relaciones entre ciudad y territorio debe saludarse con alegría.
Independientemente del análisis realizado, que ya de por sí justificaría el interés del libro por la importancia de los equipos que han participado y por su aportación documental, el trabajo lo introduce un importante artículo de Indovina, y lo centra otro firmado por Font, Carracedo y Vecslir.
Siempre resulta fácil encontrar carencias en un acercamiento realizado desde un ámbito disciplinar con unas expectativas e intereses muy concretos. La mirada sobre el territorio de ‘L’explosió de la ciutat’ es una mirada desde la ciudad que se nos antoja parcial o, al menos, incompleta. También, probablemente, a los propios autores, quienes al hablar de las propuestas para una ciudad metropolitana alternativa tienen que referirse al medio ambiente o a la explotación del territorio. Esa es la mirada alternativa sobre el territorio que denuncia clamorosamente este trabajo. A lo largo del último cuarto del siglo pasado se ha ignorado palmariamente la otra parte. Es decir, el medio menos antropizado que aparece en negativo en las líneas primorosamente dibujadas de cómo la urbanización se ha extendido sobre el territorio. Faltaría un dibujo igualmente primoroso de lo que ha pasado con las áreas agrícolas, con los bosques, con los ecosistemas, con la biodiversidad, con la calidad del aire o del agua. Y habría que dibujar igualmente a la gente, la participación ciudadana, la calidad de vida, el consumo o la sostenibilidad.
El acercamiento al territorio que se ha hecho en este trabajo es interesante. Sin embargo habría que advertir que se trata de una mirada, probablemente imprescindible, pero como tal mirada parcial y subjetiva.