Con un claro predominio de las propuestas holandesas y una amplia introducción teórica que establece los fundamentos que han guiado la selección, este volumen reúne una serie de proyectos de vivienda no convencionales, muchos de ellos publicados ya en diferentes revistas.
A pesar de la voluntad de innovación que atraviesa todo el conjunto, el análisis detallado suscita cierta sensación de dejá vu: desde las estructuras soporte hasta la hibridación tipológica, toda la batería de soluciones que se repiten a lo largo de las propuestas más ‘radicales’ remiten a las desarrolladas en los años sesenta y setenta, sin aportar nada nuevo. Paradójicamente, las más convincentes son las intervenciones en tejido consolidado de la última parte, más ‘convencionales’. A pesar de su afán sistemático y de lo sugerente de su formulación, el texto introductorio no nos ayuda a entender este fenómeno, quizá porque el discurso que desgrana sigue siendo endogámico y disciplinar, por mucho que se arme de un arsenal teórico aparentemente holístico. Hablar de alternativas a la vivienda sin hacer referencia a las estrategias de poder en la colonización del paisaje físico y social, al mercado como verdadero configurador del producto vivienda, o a los conflictos que crea la extensión de un modelo urbano de crecimiento sin límites conduce inevitablemente a una sobre valoración del papel de la arquitectura con respecto a otros factores determinantes.