Medio siglo después de su prematura muerte, un libro rescata la obra de Maria Antónia Leite Siza: el catálogo de la exposición que puede verse hasta marzo de 2023 en el Museo Serralves y que presenta el centenar de dibujos recién donados a la institución por el marido de la artista, Álvaro Siza.
Aunque las labores de comisariado suelen conllevar una elección —escoger, pero también excluir—, António Choupina, responsable de la exposición y editor de la publicación, tenía claro que lo sensato en este caso era, por la calidad general de la obra y su carácter inédito, presentar íntegro el conjunto de dibujos, sin hacer selección o juicio de valor alguno. La decisión se revela claramente acertada, ya que esta sorprendente producción gráfica enriquece nuestra mirada sobre el panorama artístico portugués de los años sesenta y setenta: un período en el que imperaba la abstracción geométrica pero en el que volvió a despuntar la figuración a través tanto de la primera exposición individual de Paula Rego en la Galería de Arte Moderno de la Escuela de Bellas Artes de Lisboa en 1966 como de la primera y única muestra en vida de Maria Antónia Leite Siza, celebrada en la Cooperativa Árvore de Oporto cuatro años más tarde.
Lo que normalmente buscamos cuando tenemos entre manos el catálogo de una artista es acercarnos a su proceso de trabajo. En esta ocasión desearíamos sentir a través del libro el silencio que se instala en el dibujo acabado, el aroma de la tinta china recién aplicada con una fina pluma sobre las hojas de papel blanco A4. Pero lo cierto es que con este catálogo más bien conseguimos entrever a Maria Antónia cuando, de día o de noche, sentía el impulso de dibujar y dimensionaba empíricamente personajes en su pensamiento tanto como sobre el soporte de dibujo. Como describe Álvaro Siza, aprendiz confeso de la artista: «Una tras otra, las imágenes se movían, los músculos sobre los huesos surcaban los cuerpos, las emociones afloraban en las caras y en los gestos».
Pero este catálogo no solo compila en forma de libro los contenidos de la exposición como si de un mero registro se tratase, sino que añade una serie de reflexiones que pueden complementar la visita, enmarcarla en un ámbito intelectual más amplio y proporcionar una experiencia más rica. Los dibujos de Leite Siza se acompañan con textos de Álvaro Siza, António Choupina, Deanna Petherbridge, Filipe Vergne y Madelon Vriesendorp que hilvanan una necesaria reflexión teórica sobre la trayectoria de esta artista. Así abren al mundo su biografía, su poco ortodoxo proceso de trabajo, su familia estética. En definitiva, dan a conocer su universo y la peculiar —y algo irónica— forma que tenía de relacionarse con este. Este libro se aproxima a la tradición de Maria Antónia Leite Siza en el sentido etimológico más puro del término: lo que nos entrega como legado.