‘Un gran arquitecto merece una gran monografía’ parecen haber pensado en Taschen, que añade un nuevo volumen al conjunto de enormes catálogos que viene dedicando de un tiempo a esta parte a arquitectos de reconocido prestigio. Indudablemente, esos imponentes formatos (30,8 × 39 centímetros) permiten al lector el deleite con la contemplación de las magníficas fotografías a las que nos tiene acostumbrados la editorial, aunque dificultan la consulta más exhaustiva de unos tomos que resultan inmanejables (5,5 kilogramos) sin apoyarlos en una superficie más que considerable.

Ahora le ha llegado el turno a Álvaro Siza, al que, como en los casos anteriores, Taschen ya había dedicado un libro en la ‘Serie mayor’. De hecho, el actual es, en realidad, una revisión lujosa y actualizada del de 1999, en el que Philip Jodidio proponía un recorrido básicamente visual por veinte edificios (véase Arquitectura Viva 68). A ello se añadían un texto introductorio del autor y una lista cronológica de la obra completa, junto a una escueta biografía, como remate. Este mismo esquema es el que reproduce exactamente el que nos ocupa, lógicamente aumentado por el paso de los años. Por supuesto, se añade una breve parte final, que en absoluto hace justicia a la cantidad de proyectos que incorpora el nuevo volumen. 

Sin embargo, hay que reconocer que, siendo un producto similar, todo está sensiblemente mejorado. Las espléndidas imágenes, ahora confiadas en su mayoría a Duccio Malagamba y a Fernando Guerra, proporcionan una visión uniforme y precisa de la obra del maestro portugués. Además, el nuevo libro añade una digna información planimétrica que se echaba muy en falta en el original. Aunque, para ser sinceros, lo mejor de este gran volumen es precisamente lo que aporta el propio Siza: una cantidad impresionante de croquis y dibujos a mano alzada que, sin duda, construyen el mejor discurso para explicar los profundos valores de su arquitectura.