La historia de Scampia está marcada a fuego y hierro por tres grandes guerras y el apellido de un hombre al que sus vecinos solo conocieron el día que se lo llevaron esposado. Las cicatrices de aquel desastre siguen en las aceras de este barrio de Nápoles, en las ventanas tapiadas de las casas de protección oficial y en las siete moles de hormigón que levantaron acta del infierno de la camorra. Algunas heridas, en cambio, continúan abiertas...