(Texto de Angela Juarranz, responsable del diseño expositivo)
‘Saul Steinberg, artista’ es el título de la exposición presentada en la Fundación Juan March de Madrid donde el equipo curatorial reafirma la identidad radical de su protagonista. El trabajo de Steinberg (Râmnicu Sărat, Rumania, 1914 - Nueva York, 1999) excede cualquier calificación simple; él mismo reconoció la dificultad de inscribirle en el ámbito del arte, de la viñeta o del dibujo. Esta condición nómada de su producción es también signo de su propia existencia: Steinberg nació en un pueblo rumano próximo a Bucarest, estudió arquitectura en Milán y en 1942 emigró a Nueva York, previa estancia de un año en Santo Domingo. El devenir continuo entre distintos temas, métodos y geografías condiciona una producción que desdibuja cualquier límite artístico y constituye una de las crónicas sociales más elocuentes del siglo XX y de mayor vigencia en el contexto actual.
La muestra presenta todas las facetas del artista y cómo se relacionaron de forma transversal a lo largo de su vida: “El artista errante”, “En Nueva York y desde Nueva York”, “Todo en línea”, “Imágenes pensantes y pensadas”, “La identidad”, “Los que miran el arte”, “Amigos, familia, desconocidos y otros animales”, “Las metamorfosis” y “Del natural a la tercera dimensión”. La exposición incluye cerca de cuatrocientas piezas, con dibujos, pintura, grabados, collages, objetos tridimensionales, fotografías, libros de artista, revistas y filmaciones.
Una museografía en escena
La museografía es resultado de un estrecho diálogo entre todos los integrantes del proyecto, donde también participan la obra de Steinberg y quienes de ella han escrito a lo largo del tiempo. Entre las nociones que influyen en el diseño espacial subyace la interpretación de su obra como un conjunto coherente hilado por temas y técnicas recurrentes a lo largo de su producción. En consecuencia, la museografía trata el total de piezas dentro de un único relato visual, a su vez, pautado en unas temáticas intemporales.
La noción escenográfica presente en muchos de los retratos urbanos ‘steinberianos’ inspira la idea de una exposición como escena teatral donde acontecen varios paisajes al mismo tiempo. Si Steinberg representaba la vida de la calle desplegada a modo de escenografía teatral a la espera de ser fotografiada —tal y como imaginaba Harold Rosenberg—, la exposición se dispone en planos paralelos que permiten una lectura superpuesta: paneles, mesas, vitrinas y visitantes forman una composición permeable y cambiante.
La idea de extrañezas como herramienta comunicativa también influye en el diseño de la exposición. Steinberg decía que para expresar determinadas cosas necesitaba transformarlas en bromas, juegos y rarezas. De forma semejante, la museografía subraya la singularidad de la obra del artista mediante la adecuación de los sistemas expositivos canónicos. El diseño museográfico incorpora elementos suspendidos, paneles simétricos y duplicados, una vitrina que sobrevuela el espacio libre, cuadros en posición abatida, una metáfora ‘habitacional’ y otras estrategias que alteran la imagen estándar del espacio museístico.
La transformación del elemento expositivo
La propuesta museográfica explora las posibilidades técnicas de los elementos expositivos tradicionales. Desde esa motivación, se diseña una familia de soportes formada por el panel suspendido, la mesa autoportante, la vitrina de pared, la vitrina volada, el estuche para máscaras y la envolvente de una habitación, entre otras. Como premisa esencial, la levedad que caracteriza la obra de Steinberg incita a pensar estos elementos bajo el propósito de intensificar la ligereza espacial de la exposición. En términos estructurales, por ejemplo, los paneles y vitrinas, tradicionalmente fijados a suelo o a pared, se suspenden ahora del techo para favorecer la permeabilidad del relato expositivo.
La polivalencia de todos los elementos proyectados constituye otra de las máximas de la museografía. Para ello, los soportes expositivos se diseñan bajo unos requisitos de modulación y estandarización y con una independencia formal y constructiva respecto de la sala, como en los paneles o la vitrina suspendidos. Esta inquietud da lugar a un conjunto de piezas reutilizables y adaptables en busca de una economía de los recursos empleados en las intervenciones arquitectónicas efímeras. Una de las motivaciones durante el diseño de la museografía consistió en operar en un campo ilimitado de posibilidades mediante la opción de reciclar el mobiliario más allá del período expositivo. De hecho, tras la exposición en Madrid, el conjunto de soportes podrá adaptarse a los requisitos de cada muestra de la itinerancia, de otras exposiciones o de diversas aplicaciones futuras.
Todos los soportes expositivos se construyen en madera contrachapada de abedul de 10, 20 o 30 mm. La elección de este material responde a la obra de Steinberg, de carácter sutil, cálido y próximo a la madera. Los paneles diseñados para el cuelgue vertical están construidos mediante bastidores revestidos de contrachapado de abedul y se suspenden del techo mediante cables de acero y un contrapeso inferior que estabiliza el sistema estructural. Las vitrinas exentas se construyen únicamente, en alusión a la serie Table de Steinberg, mediante una tabla superior y una estructura en forma de aspa. De manera similar, las vitrinas de pared constan tan sólo de una superficie horizontal y unas escuadras vistas. Entre todas las vitrinas, destaca una mesa ‘volada’ de 10,60 metros que irrumpe en el espacio para acompañar la línea profusa de The Line.
Otro de los elementos destacados de la museografía lo constituye una pequeña habitación, al fondo de la sala, donde convive en armonía un conjunto de piezas de formato y tema diverso. De carácter abstracto, esta suerte de habitáculo permite la interacción natural entre las obras y, también, entre las obras y los visitantes cuyas miradas se cruzan a través de un juego de ventanas indiscretas. La familia de elementos expositivos conforma una solución espacial fluida, versátil y sostenible para presentar la obra de este artista. La arquitectura de la muestra funciona como una página en blanco para la línea de “un escritor que dibuja”, como decía Steinberg.
CRÉDITOS
Promotor
Fundación Juan March
Comisariado
Alicia Chillida (Comisaria invitada), Manuel Fontán del Junco (Director de Museos y Exposiciones, Fundación Juan March), Aida Capa (Jefe de Proyecto Expositivo, Fundación Juan March), María Zorrilla e Irene Benito (Asistentes de comisariado)
Diseño expositivo
Estudio Juarranz
Diseño gráfico
Guillermo Nagore, Alfredo Casasola.
Montaje
SIT Grupo Empresarial
Coordinación
Marta Ramírez (Registro de Colección, Fundación Juan March)
Fotografía
Dolores Iglesias / Archivo Fundación Juan March
Fechas
18 octubre 2024 - 12 enero 2025