La Fundación Juan March de Madrid inaugura la primera retrospectiva europea dedicada al artista estadounidense, nombre clave de la abstracción y adelantado del minimalismo.
Abran la página de la historia del arte por los albores de los últimos años cincuenta. Los artistas estadounidenses crearon el primer movimiento de vanguardia autóctono al margen de las influencias surrealistas y constructivistas europeas. Inmersos en un entorno no demasiado propicio y víctimas del aislamiento que sigue a cualquier guerra, los norteamericanos impusieron sus señas de identidad reafirmando su propio estilo, el de una “pintura de tipo americano”, que pronto cogió la muletilla de expresionismo abstracto. Era una pintura de notable intensidad plástica, directa, abierta e inmediata, habitual también en la Escuela de París. Por aquel action painting se movía a la perfección Jackson Pollock, a quien la revista Life catapultó como el mejor artista vivo de Estados Unidos mientras que a su mujer, la también artista Lee Krasner, la engullía el silencio de la historia. Era agosto de 1949, justo cuando cuatro artistas amigos, Willem de Kooning, Franz Kline, Jack Tworkov y Ad Reinhardt, creaban The Club, un local alquilado en el 38 de la Calle 8 de Manhattan que, durante más de 10 años, se convirtió en el portavoz de las tendencias más innovadoras. El Nueva York de posguerra era entonces un hervidero de artistas con vocación vanguardista, unidos por la amistad más que por cuestiones profesionales, que dejaba patente la enorme complejidad del contexto artístico norteamericano del momento...
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