Auditorio de León
El Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España entrega cada dos años el premio de Arquitectura Española en reconocimiento a la mejor obra realizada en nuestro país. En su edición de 2003 esa obra ha sido el Auditorio de León, de los madrileños Luis Moreno Mansilla (1959) y Emilio Tuñón (1958). Colaboradores desde que eran estudiantes en el estudio de Rafael Moneo, obtuvieron el aplauso crítico desde su primera obra conjunta, el Museo de Bellas Artes de Zamora, encadenándose a continuación su victoria en los concursos para remo-delar como archivo y biblioteca la antigua fábrica de cervezas El Águila en Madrid, y para construir el Museo de Bellas Artes de Castellón. Obtenido igualmente mediante concurso en 1995, el Auditorio de León fragmenta su programa para no imponerse sobre el entorno. Si la sala de conciertos, rectangular y con butacas a ambos lados, es un homenaje al auditorio granadino Manuel de Falla, de José María García de Paredes, la fachada del centro de exposiciones es un eco plateresco de la iglesia de San Marcos. Formada por un monumental retablo de huecos abocinados de distintos tamaños, se ha convertido en la imagen emblemática del edificio.