Viviendas en Amsterdam y Museo en Valencia Dos edificios compartieron este año el premio Grupo Dragados de Arquitectura, que concede desde 1987 y con carácter anual la Confederación Española de Organizaciones Empresariales: las vi-viendas en el muelle Borneo de Amsterdam, reali-zadas por Josep Lluís Mateo, y el Museo de la Ilus-tración y la Modernidad enValencia, proyectado por Guillermo Vázquez Consuegra con Pedro Díaz, Íñigo Casero y Lola Reyes. Ambas obras fueron se-leccionadas por su ajustada interpretación del pla-neamiento, su adecuación tipológica y su definición material. El bloque holandés remata el extremo de uno de los muelles que quedaron libres tras el tras-lado del puerto a la zona oeste de la ciudad, ahora de uso residencial, con un bloque lineal de tres al-turas al borde del agua, con jardines en la cubierta y revestido de listones de madera. De volumetría quebrada y con un pasaje de acceso al parque veci-no, el museo levantino establece un recorrido con-tinuo por la historia más reciente a lo largo de un cuerpo lineal de hormigón, que se repliega sobre sí mismo para reconducir la difícil situación urbana en la que se inserta. El premio se entregó en un acto público presidido por la reina Sofía.

Viviendas en Amsterdam y Museo en Valencia 

Dos edificios compartieron este año el premio Grupo Dragados de Arquitectura, que concede desde 1987 y con carácter anual la Confederación Española de Organizaciones Empresariales: las vi-viendas en el muelle Borneo de Amsterdam, realizadas por Josep Lluís Mateo, y el Museo de la Ilustración y la Modernidad enValencia, proyectado por Guillermo Vázquez Consuegra con Pedro Díaz, Íñigo Casero y Lola Reyes. Ambas obras fueron seleccionadas por su ajustada interpretación del planeamiento, su adecuación tipológica y su definición material. El bloque holandés remata el extremo de uno de los muelles que quedaron libres tras el traslado del puerto a la zona oeste de la ciudad, ahora de uso residencial, con un bloque lineal de tres alturas al borde del agua, con jardines en la cubierta y revestido de listones de madera. De volumetría quebrada y con un pasaje de acceso al parque vecino, el museo levantino establece un recorrido continuo por la historia más reciente a lo largo de un cuerpo lineal de hormigón, que se repliega sobre sí mismo para reconducir la difícil situación urbana en la que se inserta. El premio se entregó en un acto público presidido por la reina Sofía.