Junto al nuevo estadio de fútbol Amsterdam Arena, al sureste de la ciudad, se encuentra la remodelada estación Bijlmer Arena, en un barrio conflictivo de vivienda social anteriormente dividido por las vías del tren. Lo que en un principio iba a ser una ampliación de vías de alta velocidad junto a las existentes se convirtió en una actuación urbana para convertir la estación en un gran intercambiador de transporte. Por su situación en la red ferroviaria holandesa, en la muy transitada línea Utrecht-Ámsterdam, durante las obras no pudo interrumpirse el paso de trenes, por lo que los andenes se fueron construyendo y cubriendo por tramos, como queda reflejado en el orden de los mismos. El estudio Grimshaw —con Neven Sidor a la cabeza de este proyecto— y la ingeniería Arcadis han colaborado en el proceso, cuyo resultado final ha logrado mejorar considerablemente la seguridad en la zona, al sustituir un terraplén por una estación soterrada cuyos andenes situados en la planta superior reciben abundante luz natural y cuentan con marquesinas revestidas de madera de pino de Oregón para absorber el ruido de los trenes.