En 1933, Bruno Taut realizó un viaje por Japón. A instancias de algunos arquitectos japoneses, visitó el palacio Katsura, obra maestra de la arquitectura tradicional de estilo sukiya, sobre la que escribió en su diario: «Puede decirse que he sido el primero en descubrir la belleza de Katsura». Aunque la importancia de Katsura ya había sido señalada por otros arquitectos japoneses antes del descubrimiento de Taut, su elogio del palacio tuvo en efecto una influencia decisiva en el curso de la arquitectura japonesa. Dicha revelación fue inmediatamente aceptada como la demostración de la presencia del espíritu moderno en el palacio Katsura, el edificio arquetípico de la arquitectura tradicional japonesa...
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