Marcel Breuer falleció solo veinte días antes de la inauguración de su retrospectiva en el MoMA, en julio de 1981. Durante la eclosión posmoderna, su obra fue denostada por su impenitente modernidad. Ya fuera como estudiante de la Bauhaus, en su colaboración con Gropius, durante su docencia en Harvard o en su práctica global desde su estudio neoyorkino, nunca renunciaría a la abstracción y al heroísmo del primer Movimiento Moderno.

Pero el libro no trata de su primera etapa, celebrada por sus sillas tubulares o sus casas de exquisita ingravidez, sino que ayuda a recuperar una figura clave a través de diez ensayos que analizan los grandes proyectos institucionales que realizó desde los años 1950, cuando recibió casi simultáneamente dos encargos que catapultarían su carrera: la Abadía de St. John y la sede de la UNESCO en París.

Son importantes las aportaciones de los coeditores: Barry Bergdoll, que explica el uso de hormigón del tándem Breuer-Nervi; y Jonathan Massey, que analiza el proyecto para el campus de la New York State University en el Bronx (1959-70). Destacan también los ensayos de John Harwood sobre la invención de la fachada prefabricada del edificio de la IBM en La Gaude (1960-62); el de Kenny Cupers y Laura Martínez de Guereñu, sobre el conjunto ZUP de Bayona (1966-73); y el de Timothy M. Rohan, que hace una lectura casi posmoderna de los elementos simbólicos y escultóricos de Breuer.

En la recuperación del último maestro moderno tiene un especial protagonismo la Syracuse University, tal y como narra Lucy Mulroney en el epílogo, por su empeño en adquirir, gestionar y digitalizar el archivo del arquitecto. Este libro es en parte el resultado de un seminario organizado en dicha universidad, en el que los autores participaron como ponentes, en una operación de revitalización del patrimonio cultural arquitectónico envidiable.