La arquitectura contemporánea ha sufrido una gran pérdida con la muerte de Luis Barragán, acaecida el 22 de noviembre de 1988 en la ciudad de México. Este valioso arquitecto —que nació en Guadalajara, Jalisco, el 9 de marzo de 1902—, pionero del movimiento regionalista, ha legado al mundo, en sus ochenta y seis años de vida, una producción arquitectónica de gran contenido espiritual y una lección inolvidable de sensibilidad y poesía. Recientemente su obra ha cobrado una importancia casi mítica, a pesar del reducido número de sus realizaciones. Esto se ha debido tanto a la influencia de su quehacer sobre las nuevas generaciones como al reconocimiento de su originalidad y calidad a través, sobre todo, de la exposición celebrada en el MoMA de Nueva York en 1976 y de la concesión del premio Pritzker en 1980...[+]