Actualidad 

Herzog & de Meuron en Milán

Línea editorial

31/10/2016


Tradicionalmente, las editoriales y los medios de comunicación han cuidado su imagen pública, y han recurrido a arquitectos de prestigio a la hora de dar una forma construida a esa imagen. Fue el caso, por ejemplo, del mítico concurso del Chicago Tribune, del excelente proyecto de Oscar Niemeyer para Mondadori en Turín, o del más reciente de Piano para The New York Times. Feltrinelli —el gran grupo editorial italiano fundado por un aristócrata simpatizante con la extrema izquierda— puede congratularse de seguir esta tradición con la nueva sede de su fundación en Milán, proyectada por Herzog & de Meuron. A la hora de enfrentarse a edificios corporativos, los suizos suelen optar por la moderación y la sencillez, y la sede de Feltrinelli ha seguido la tónica. Los casi 15.000 metros de superficie se distribuyen en dos edificios de crujía estrecha, definidos con el rigor implacable de sus costillas estructurales de hormigón armado visto, y cuya sección evoca una especie de cabaña elemental, gesto que alude a las construcciones tradicionales de la Lombardía, pero que puede considerarse también un guiño a Aldo Rossi, el maestro de los suizos. Resueltos con idéntica crujía y fachada, los dos edificios de la fundación se situán a uno y otro lado de la Porta Volta —el lugar donde se ubicaba uno de los accesos más importantes a la muralla milanesa—, para configurar, mediante el vacío que dejan entre ellos, una especie de nueva puerta virtual y cívica al corazón de la ciudad.   


Etiquetas incluidas: