El viaje todavía imposible a Marte acortó un poco su distancia gracias a una efeméride sin precedentes en la ingeniería espacial. SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk, consiguió en su quinto intento no solo la hazaña de magia técnica de lanzar el mayor cohete espacial jamás construido, con una longitud de 71 metros, y hacerlo aterrizar de nuevo, sino que también cazó en pleno vuelo y devolvió a la tierra la altísima primera parte impulsora del cohete, equivalente a más de 20 pisos. Esto lo logró mediante unos novedosos brazos mecánicos gigantes...
The Economist: Elon Musk’s SpaceX has achieved something extraordinary