Los detectores LIGO y Virgo captan dos choques de agujeros negros contra estrellas de neutrones, los astros más densos del universo.
Los eventos detectados, dos, sucedieron hace cientos de millones de años. Desde entonces las ondulaciones que produjeron en el espacio-tiempo han estado viajando hacia la Tierra a la velocidad de la luz. Hace muchos años los físicos tomaron las ecuaciones de la relatividad general de Einstein y calcularon el tipo de onda gravitacional que produciría un evento como este.
Las estrellas de neutrones son objetos alucinantes. Cuando una estrella llega al final de su vida es posible que se derrumbe sobre sí misma como un descomunal edificio hasta formar una esfera cuyo diámetro es menor que el de una ciudad como Madrid. En su interior la materia está tan comprimida que una sola cucharilla de estrella de neutrones pesa igual que todas las personas del planeta Tierra...
El País: Captada una señal de ondas gravitacionales nunca vista