1945-2022

Fallecido en su ciudad natal de Sevilla el 25 de noviembre, Juan Luis Trillo de Leyva fue arquitecto en ese sentido amplio y humanístico que hoy resulta ya raro, por escaso. Como proyectista, se definió por una exquisita sensibilidad a la hora de entender cada contexto y de usar la geometría no como imposición, sino en cuanto diálogo, tal y como demostró en sus contenidos edificios de vivienda y sobre todo en la que puede considerarse su obra maestra, la delicada y silente transformación en oficinas municipales del convento de los Agustinos de Jerez de la Frontera. No menos notoria y sensible fue su entrega a la escritura, que si durante un tiempo le llevó a dirigir la excelente revista Periferia, siempre estuvo ceñida con gusto a temas fundamentales como la continuidad, el paso del tiempo, y el dibujo y la palabra en la arquitectura. Pero acaso la faceta más memorable de Trillo de Leyva fue la de su dedicación docente: como Catedrático de Proyectos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, supo rodearse de talento, y transmitió sus intereses humanísticos y su pasión por la arquitectura a varias generaciones de profesores y alumnos.